Cómo se implanta el wellness corporativo: paso a paso
Para mejorar estas áreas, las empresas ponen en marcha programas de bienestar, empezando por una fase de diagnóstico que nos indique las necesidades de nuestra organización. Hay que conocer aspectos como la alimentación o actividad física que realizan los empleados para ver qué tipo de medidas hay que implantar.
El wellness corporativo supone una inversión en productividad, compromiso y mejora del clima laboral en las empresas
En base a los resultados obtenidos, hay que elaborar un plan de acción que puede incluir, por ejemplo:
- Mejoras en los menús que se ofrecen a los empleados en caso de tener comedor o cafetería.
- Cambios en la oferta de máquinas de vending para introducir frutas.
- Alimentos saludables en el comedor de la empresa.
- Programación de actividades y eventos para que participen todos los empleados o, al menos, el mayor número posible.
Articular un adecuado sistema de control es fundamental para el éxito de un programa de wellness corporativo
Posteriormente, es necesario hacer un seguimiento de las medidas implantadas para ver si están cumpliendo o no los objetivos, pero también para analizar si los empleados se han sentido involucrados en los cambios y están participando en las actividades programadas.
Beneficios de un programa de wellness en la empresa
No se trata de un gasto. Más bien, estamos hablando de una inversión que la compañía hace en la salud de sus empleados. La puesta en marcha de este tipo de planes tiene un impacto casi inmediato en determinadas áreas como pueden ser:
- Mejora de la productividad, que en algunos estudios cifran en torno al 30%. Se logra un impacto directo en dos de cada tres empleados, ya que este tipo de programas facilitan que el trabajador tenga una mayor capacidad creativa a la hora de resolver problemas y aportar soluciones en su día a día.
- Reducción del absentismo, dado que una mejora en la salud impacta de forma directa sobre las bajas por enfermedad, las ausencias por problemas de salud, etc. Pero también palía pequeños malestares en la espalda, resfriados, etc. que provocan problemas de concentración en el día a día.
- Mejora del compromiso entre el empleado y su organización. Si el trabajador se siente cuidado y valorado no querrá cambiar de empresa. Aquí también podríamos hablar de cuestiones como el orgullo de pertenencia a una empresa.
- Reducción del estrés que tiene que ver con una mejora del clima laboral, más facilidad para trabajar en equipo como consecuencia de realizar actividades físicas juntos que no tienen que ver estrictamente con el trabajo.
- Mejora de la imagen de la empresa que ve cómo sus empleados se convierten en los mejores embajadores de la marca.
El wellness corporativo no es un gasto, es una inversión muy rentable para las empresas
Todos estos factores implican una mayor satisfacción laboral, una mejora de la motivación y una ayuda para lograr los objetivos estratégicos fijados por la empresa. Sobre el papel todo son beneficios, pero ponerlo en marcha tiene un coste y además hay que lograr que los empleados participen, lo cual no siempre es fácil.

Se estima que en 2020 más de un 55% de las empresas considerarán el invertir en un programa wellness corporativo. Fuente: Estudio “Working Well”.
Cómo lograr que los empleados participen en el programa de wellness corporativo
Está claro que este tipo de propuestas no atraerán por igual a todos los empleados. No es lo mismo cambiar los hábitos alimenticios de una persona de 50 años que de un trabajador de 30. Lo mismo a la hora de proponer actividades físicas. En principio, los programas de mejora de la salud atraen más a los millennials y generación Z, que son los que reclaman algo más que sueldo en las empresas.
¡Comparte! Conoce cómo atraer a los empleados a las actividades de wellness corporativo ofertadas.
Por otro lado, no puede ser algo obligatorio, ya que, si el trabajador siente que un programa de actividades físicas es una tarea más de su trabajo, que les obligan a hacer en contra de su voluntad, o declinan o lo harán con el mínimo esfuerzo para no ser sancionados. Otros empleados, sin embargo, pueden sentirse apasionados con la idea y hacer un efecto imán para que los demás participen.
Muchas organizaciones apuestan por crear un programa de recompensas o reconocimientos que animen a participar a todo el mundo. Si, además, añadimos un poco de flexibilidad que permita a los empleados organizarse para tener más tiempo libre para invertir en estas actividades, el éxito estará casi garantizado.
Por último, tiene que existir una buena política de comunicación, para que todo el mundo esté informado de las actividades, se difundan las realizadas y se dé a conocer quiénes han logrado mejores resultados o han participado con más éxito. Esta comunicación tiene que ser de ámbito tanto interno como externo, ya que supone una mejora de la imagen de marca que también debemos cuidar.



